Añoro los momentos en los que me siento Su perra esclava. Merezco que mi Amo no me deje mirarlo, ni agredirle la palabra. Solo merezco arrastrarme por todo el suelo, con la cabeza pegada en el suelo, lamiendo por donde han pasado sus pies, mientras entre azote y patada, me va dirigiendo al baño, para como pueda me vaya desvistiendo, sin perder esa posición. Ponerme la ropa que tiene preparada, en total silencio , pero sintiendo su mirada inpenetrablemente fria en mi cogote.
Sus únicas palabras. "Hoy lloraras de rabia"
Se que ni merezco esas palabras, ni saber sus intenciones, pero El sabe que con esa frase dispara el deseo contenido tras largos días de ausencia.
Sueño con sus caricias, pero se que me van a ser negadas y serán suplantadas por cachetes, azotes y pellizcos que me harán decir, "Pupa". Pero aguantaré. Debo aguantar.
Me castigará sin poder tocar, ni rozar con ninguna parte de mi cuerpo y eso me desesperará.
Hará de mi lo que quiera y desearé que haga cualquier cosa, mientras eso signifique que dedicará su preciado tiempo a esta, Su perra.
Me penetrará con dureza mi culo sin haber estado preparado para ello y arrancará el primer rujido de dolor, el cual será contestado entre sollozos con un " Gracias mi Amo por su tiempo".
No podrá retenerse , como cada vez que pasa, a agarrarme cuando sabe que invadió el dolor a su perra, con un abrazo que pretende ser impersonal, pero que se que encierra una buena dosis de cariño, inmerecido, pero cariño al fin.
Me pretenderá confundir, cuando empiece a lamer la zona herida. Esos lametazos certeros y con los movimientos justos para confiarme.
Me abrirá de patas para que le muestre mi coño húmedo e impaciente. Confiada en que seguirá lamiendo por mi coño dirección al clítoris, ya que recibo la orden de ábrete bien tu coño de puta perra que tienes. Nada mas lejos de su intención. Veré asustada como muestra un objeto punzante, con forma de palillo. Por acto reflejo, mi coño se cerrará y tendrá que ser mi mente que se imponga al acto reflejo, para poder seguir abriéndolo tal y como desea mi Amo.
No se que tipo de dolor voy a sentir, pero lo imagino. Cuando siento el primer pinchazo me digo, no voy a poder seguir y me planteo cerrar piernas y pulsar la tecla, pero una petición suya basta para que descarte esa idea.
Me dice, vas a tener un pinchazo por cada dia que pasó sin que hicieras tus obligaciones hacia conmigo, y han sido muchos dias...
Va pinchándome con el palillo y tras cada uno de ellos empieza la sensación que el deseo se impone al dolor. Pienso que podré tocarle si aguanto su castigo...
Ya pierdo la cuenta de los pinchazos y la zona castigada está toda ella dolorida y solo desea que sea calmada de alguna manera, pero no me atrevo a pedir nada
Como siempre, mi Amo me lee la mente y cuando para de pincharme, me alivia la zona con su saliva, haciéndola caer desde su boca, sin que esta roce ninguna parte. Echa saliva hasta que toda la zona ha sido inundada de ella.
Entre gemidos mentales, ruego para que me acaricie mi coño con su lengua. Y lo hace..... y como lo hace. Parece que recuerde donde tengo cada uno de los pinchazos, ya que se recrea en cada milímetro del mismo, apagando cualquier huella de dolor que haya podido dejar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario